Es, en nuestros momentos de zozobra o de verdadera encrucijada vital, cuando nuestras capacidades físicas, afectivas, cognitivas, espirituales y de vínculo han de dar literalmente el Do de pecho. Pero el Do de pecho nunca se improvisa. Requiere de mucho...
Gracias por tu participación
Comparte el manifiesto y contribuye a impulsar la innovación entre empresas, organizaciones y directivos.