La crisis mundial con la pandemia del virus COVID-19 representa uno de los mayores desafíos para la humanidad. En Colombia y el mundo, hay un déficit de módulos hospitalarios y centros de emergencia para atender a los pacientes, por ejemplo, según uno de los últimos reportes del Ministerio de Salud, el inventario de camas hospitalarias de cuidado intensivo e intermedio es de 13.572 con una ocupación del 80 al 90 por ciento.
Ahora bien, hay un total de 5.349 camas de UCI y una disponibilidad de 1.253 unidades, dos mil camas de cuidados intermedios que se pueden adaptar con los ventiladores o respiradores que no superan la cifra de 6.700. Con este panorama, el Hospital Universitario Nacional de Colombia afirma que se necesitarían, en caso de no existir medidas de control, 17.000 camas y un máximo de 40.000 lo que implicaría tener 7 veces más capacidad de la que tenemos actualmente.
Sin embargo, existe una solución constructiva para hacer estructuras hospitalarias la cual se está fabricando en Colombia y puede ayudar en emergencias pandémicas. Se trata de unos módulos en PVC compuestos por: paredes, techos y puertas, que forman estructuras móviles de diferentes tamaños para albergar camas hospitalarias.
Azembla, empresa colombiana experta en esta solución constructiva desde hace más de dos décadas, está poniendo a disposición de varios países este sistema en PVC para ayudar a enfrentar la emergencia. Cabe resaltar que la compañía cuenta con una capacidad de entrega de 70 módulos semanales de 72mt2, aunque también tiene diseños de módulos más grandes y más pequeños, según sea la necesidad. Al respecto, Alejandro Alban, gerente general de Azembla, nos comparte 4 razones de por qué estos módulos hospitalarios en PVC resultan un gran aliado para el sector salud en tiempos de crisis:
Los sistemas constructivos en PVC son una inversión para los países, no un gasto; ya que una vez se hayan terminado de usar como módulos hospitalarios, estos pueden desinfectarse fácilmente y trasladarse a otro sitio para darles otro uso, o bien, pueden mandarse a reciclar ya que este material es 100% reciclable.
El PVC es un material resistente al ataque de hongos, bacterias, óxido, plagas de insectos y roedores. Además, se limpia fácilmente con agua, jabón y/o desinfectantes eficaces para el COVID -19 tales como: hipoclorito, peróxido de hidrógeno, entre otros. Y al ser una superficie completamente lisa, impide la acumulación de microorganismos que no se puedan eliminar con la limpieza de la superficie.
Al tratarse de un virus que causa enfermedad respiratoria grave, es vital que las personas contagiadas estén en un recinto que los proteja del frío y el PVC es un material ideal ya que no es conductor de energía, por ende, brinda un confort térmico sin importar el clima que esté haciendo afuera.
La fabricación en planta de los módulos hospitalarios en PVC toma de tres a cuatro días y pueden ser ensambladas en terreno de manera exprés en tan solo dos días, dependiendo de la cantidad de módulos.
Luis Felipe Ospina, arquitecto experto en sistema constructivo en PVC y diseñador de los diferentes módulos hospitalarios que ofrece Azembla, afirmó: “todas nuestras estructuras modulares hospitalarias cumplen con las normas de sismo resistencia internacionales; además, tenemos opciones para ser construidas en recintos feriales, para atención médica inmediata, cuidados intermedios e intensivos”.
