Este año es muy importante para Amarilo, pues festeja un cuarto de siglo de existencia, de crear hogares, de construir parte de la ciudad, generar comunidades y regalar sonrisas. Dada la ocasión, hablamos con Roberto Moreno, Presidente de la constructora Amarillo, para que nos cuente cómo ha sido el camino y qué depara el futuro.
Iniciamos, en enero de 1993, con un gran proyecto de vivienda de interés social en ciudad Tunal. A partir de 1996, empezamos a crecer a otros segmentos del sector inmobiliario y en otros usos, fuera de residencias, como centros comerciales, logísticos, empresariales y bodegas. Pero donde más impacto yo creo que hemos generado, es en crear una ciudad dentro de una ciudad, concepto que empezó en 2005 con el gran desarrollo de Fontanar, logrando hacer proyectos integrales y, también, en el acompañamiento social que realizamos para que las familias se apoderen del lugar en donde viven, creando así comunidad alrededor de las construcciones.
RM: No es lo mismo hacer 100 urbanizaciones de una hectárea que un solo proyecto de 100 hectáreas, pues hay integración total del mismo y se puede ser más generoso con las zonas verdes y con los equipamientos que ayudan a brindar una buena calidad de vida, como centros comerciales, bibliotecas, colegios, seguridad, etc. Generar una ciudad dentro de una ciudad es algo que hemos venido desarrollando desde hace ya unos 7 años con Ciudad Verde en Soacha y lo hemos replicado en otros 10 proyectos tanto en Colombia como en Panamá.
Sí son un foco, pero hay que tener en cuenta que, en metrópolis como Bogotá, la novena urbe más densa del mundo, debemos pensar también en cómo hacer proyectos de renovación urbana que generen un impacto positivo. Es decir, hay que aportar desde un punto de vista sostenible con proyectos mixtos, macroproyectos, renovación urbana in situ y expansión urbana organizada, pues tendremos que suplir la demanda de vivienda de las personas que llegarán a las ciudades en los próximos años.
Amarilo quiere ser un actor importante en acompañar a los residentes, las agrupaciones de los conjuntos y las administraciones para ayudar a desarrollar de manera ordenada las ciudades y para que éstas sean amigables con el medio ambiente. Es la visión que tenemos hacia el futuro y ojalá todos los colegas y alcaldes pensemos a largo plazo, para que podamos convivir lo ambiental con lo urbano. Esto solo se logrará manteniendo un crecimiento urbano organizado, generando más espacios públicos, respetando los determinantes ambientales y entendiendo cómo cuidarlos, cómo mantenerlos, cómo reciclar las aguas, cómo hacer energía solar, entre otros.
Para mí, hay cuatro pilares que mantienen la mesa parada y son la fórmula del éxito: se debe pensar en grande; tener un excelente servicio al cliente; ofrecer productos y procesos de alta calidad sin importar el sector; y tener atención a los detalles.