El Fondo Monetario Internacional ha venido ajustando a la baja las metas de crecimiento económico mundial para el 2019, del 7% al 3.2%, y para América Latina y el Caribe, del 2.2% al 0.6%, justificado por la guerra comercial y tecnológica entre China y Estados Unidos, por la expectativa del BREXIT, por la disminución de la confianza empresarial y los riesgos financieros.
La economía colombiana registró un crecimiento del 2.8% en el primer trimestre, inferior al que tenía previsto la mayoría de los analistas. Esto hizo que se ajustaran a la baja tanto las metas para el año completo y como para el segundo trimestre. Posteriormente el DANE reajustó esta cifra del 8% al 3.1%.
El DANE reportó un crecimiento del 3% para el segundo trimestre, podría decirse que fue ligeramente superior al esperado. Así las cosas, en los primeros seis meses tenemos un crecimiento del 3.05% que, aunque menor a las metas del gobierno e inferior a las necesidades del país, puede considerarse un crecimiento aceptable y más si se tiene en cuenta la situación internacional.
Hubo polémica sobre la valoración del desempeño del primer trimestre. Algunos lo compararon con el cuarto trimestre para decir que se estancó la economía. Llamó particularmente la atención el pronunciamiento del gerente del Banco de la República quien tomó la cifra desestacionalizada como la más válida, 2.4% vs. 2.8% reportada inicialmente, y porque en periodos anteriores el funcionario no había sido tan crítico cuando la economía crecía alrededor del 2%. Por ejemplo, para el segundo trimestre el crecimiento desestacionalizado fue superior al crecimiento sin incluir este efecto, 3.4% vs. 3%. ¿A cuál cifra le daría más importancia ahora?