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El mundo podría llegar al agotamiento de la colaboración, justo cuando el futuro del trabajo depende de ello

A medida que el mundo se va acostumbrando al impacto económico del COVID-19 y a la transformación de la forma en que solíamos trabajar, estamos empezando a ver tendencias emergentes que probablemente tendrán un impacto duradero en todos nosotros. Desde el alejamiento gradual de la globalización y la apertura del comercio, la profundización de las desigualdades económicas y sociales, hasta la aceleración de la automatización de nuestros lugares de trabajo, estos últimos meses han evidenciado los cambios que definirán nuestra forma de trabajar en los próximos años.

Aunque estos tiempos difíciles pueden haber dado la impresión de que lo mejor es que los países, las empresas y los individuos se aíslen y se encierren lejos del resto del mundo, es importante abordar cualquier desafío que se presente a través de más, y no menos, colaboración. Sólo cuando trabajemos juntos podremos afrontar muchos de los grandes retos del mundo posterior al COVID-19. ¿Cómo creamos una forma de trabajo híbrida y flexible? ¿Cómo adoptamos la Inteligencia Artificial (IA) en el lugar de trabajo? ¿Cómo forjamos un nuevo Contrato Social para encapsular el cambio necesario?

En una reciente Conferencia Digital de FU.SE (Future Series) 2020, se subrayó la importancia de la colaboración en estas tres áreas.

Colaboración entre empleadores y empleados:

Construir un lugar de trabajo más flexible

Lo que sabemos con seguridad es que el futuro del trabajo será flexible. Un modelo híbrido de trabajo a distancia y de oficina, con una división general de 50/50, se convertirá en la norma. De nuestra investigación sabemos que alrededor de tres cuartos (77%) de los empleados quieren más flexibilidad en el trabajo en la era post-COVID-19. Quieren concentrarse en los resultados que entregan, no necesariamente en el tiempo que pasan en sus escritorios y en sus oficinas.

Al mismo tiempo, más de dos tercios (69%) de los trabajadores y el 76% de los ejecutivos quieren que los contratos de trabajo se basen en las necesidades de la empresa. No es de extrañar que estas nuevas expectativas también se hayan reflejado en el discurso político de todo el mundo -desde Nueva Zelanda hasta Finlandia-, ya que las normas históricas del lugar de trabajo están siendo puestas a prueba. Este debate no es nuevo, por supuesto, pero la pandemia de coronavirus ha actuado como un catalizador. Lo que sabemos con certeza es que ninguno de los cambios que conducen a un futuro laboral más flexible se producirá sin una cooperación, un diálogo y una apertura más estrechos entre los empleadores y sus empleados.

Colaboración entre humanos y robots:

Liberar todo el potencial de la IA

La pandemia COVID-19 ha subrayado la necesidad de la IA y el papel que juega en el lugar de trabajo. Según el informe del Foro Económico Mundial sobre el Futuro de los Empleos, la proporción «humana» de horas de trabajo disminuirá del 71% al 58% en los próximos cinco años. Sin embargo, eso no significa que las máquinas vayan a reemplazar a los humanos. Al contrario, el 83% de los trabajadores encuestados en nuestro reciente Libro Blanco creen que el software avanzado podría ayudarles a realizar sus tareas de forma más eficiente. La tecnología no está necesariamente aquí para reemplazar trabajos, sino para mejorarlos.

Pero aunque nuestra aceptación de la IA ha mejorado con el tiempo, todavía existe cierta inquietud, especialmente en lo que se refiere a la colaboración hombre-máquina. Alrededor de una cuarta parte (26%) de los trabajadores se sienten desafiados o incapaces de hacer frente a la tecnología avanzada, y sólo alrededor de un tercio (34%) se sienten cómodos. Para liberar todo el potencial de la IA y fomentar una mejor colaboración entre los humanos y los robots, tendremos que impulsar aún más la inversión en el aprendizaje permanente y el desarrollo de habilidades.

Colaboración a todos los niveles:

Los gobiernos, las empresas y los trabajadores necesitan un nuevo contrato social

Hace dos años, el Grupo Adecco lanzó una campaña #TimeToAct para subrayar la necesidad de mejorar nuestros mercados laborales para el siglo XXI. A la luz de los acontecimientos pasados, incluyendo la revolución tecnológica, la profundización de la volatilidad política y económica, las crecientes desigualdades, y más recientemente, COVID-19, es seguro decir que hay una necesidad urgente de un nuevo Contrato Social.

Todos tenemos diferentes expectativas de lo que el futuro del trabajo debe traer. Bettina Schaller dice, que los trabajadores buscan la flexibilidad junto con la protección contra la pérdida de ingresos. Las empresas, por otro lado, se centran en la agilidad combinada con la estabilidad económica y la eficiencia de costes. La única manera de alinear estos objetivos y ofrecer tanto un mundo más justo para los trabajadores como mayores beneficios económicos para las empresas y la sociedad es, por lo tanto, a través de una alineación deliberada y consciente. Por eso es fundamental que todos los interesados en el mercado laboral asuman sus responsabilidades con la clara ambición de aprovechar al máximo las oportunidades que se nos presentan.

Por esa razón, la transformación del mercado de trabajo debe considerarse como una verdadera oportunidad para todos: los gobiernos, las empresas y los trabajadores. Sin embargo, necesitaremos un diálogo abierto en el futuro y, lo que es más crucial, más colaboración a todos los niveles, geográficamente y demográficamente.

Contacto de prensa:

Sergio Gómez

GJ Comunicaciones

(1) 6372787 – 3502041468

s.gomez@gjcomunicaciones.com

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