Hace algunos años, cuando diferentes países del mundo comenzaban a experimentar las aperturas de sus economías y la globalización daba sus primeros pasos en su desarrollo, se creó un lenguaje que pretendía unificar al mundo en un idioma único: el Esperanto, una lengua que pretendía ser más fácil de aprender y que intentó unificar y ampliar la comprensión y comunicación de los países entre sí. Sin embargo, eventos históricos, políticos y culturales, no permitían la completa difusión y aprendizaje de este idioma, lo que lo encaminó hacia el fracaso. Entonces, ¿por qué el inglés está -y continuará- posicionado como el idioma universal?
Luego de que en el siglo XX Estados Unidos se reafirmara como principal potencia económica a nivel mundial, y de que en su participación en las dos guerras mundiales se consolidara como nación líder y desplazara con ello el poderío del Reino Unido, su visión de un sistema económico capitalista se extendió a la mayor parte del mundo occidental. La naturaleza del trabajo ya giraba en torno al desarrollo del capital y de las ganancias de los particulares que pudieran adquirir estos recursos, bajo la premisa de la “libertad” comercial.
La estrategia comercial de muchos países occidentales para mejorar su economía y facilitar su recíproca apertura económica, en función del crecimiento de su comercio internacional, hizo necesaria una unificación lingüística. Esto, permitiría dejar claros los términos y acuerdos que pretendían ser de beneficio mutuo. Sin embargo, en un principio, la barrera lingüística hizo que muchas veces no hubiera reciprocidad; por lo que, era frecuente ver que una de las dos naciones solo perseguía beneficios propios.
El dominio de los Estados Unidos en la explotación y comercialización internacional del petróleo, potenciado por los acuerdos de Bretton Woods, hizo que, tras la guerra fría, el dólar se posicionara como la principal divisa, moneda de reserva y referencia monetaria a nivel internacional. Es por esta hegemonía del dólar que los Estados Unidos, junto con su lengua nativa, han sido predominantes en cualquier ámbito financiero y comercial alrededor del mundo. Las diferentes naciones occidentales, ven primordial la enseñanza del idioma inglés como segunda lengua, ya que predomina en áreas de constante desarrollo como la ciencia, la investigación, la tecnología, el turismo y las artes. En este contexto es que el idioma inglés se ha posicionado a través de los años como el idioma universal, siendo esto actualmente cada vez más una realidad en función de los avances en tecnología y el posicionamiento de internet como la herramienta más eficiente para comunicar, enviar, recibir y centralizar las necesidades de las personas en el mundo.
En la actual coyuntura mundial, propiciada por la crisis de salubridad con la propagación del virus COVID-19, se ha hecho evidente el aumento del uso de tecnologías digitales. Según el diario La República*, en nota publicada el pasado 25 de abril de 2020, el incremento del consumo de internet ha sido del 20% en Colombia, y a nivel mundial este incremento fue del 56% para marzo de este mismo año**. Esto confirma que <<la producción tecnológica de Estados Unidos –que mueve el mundo- es inalcanzable para la mayoría de los países que pueden competir con él>>[1]. Es aquí donde radica la respuesta al cuestionamiento inicial de este artículo, acerca de si el inglés continuará siendo el idioma del futuro en los negocios. Mientras la era digital y el uso de la tecnología sigan encaminados a la digitalización de todas las áreas de la vida cotidiana de cualquier persona, la respuesta a esta pregunta seguirá siendo afirmativa.
A partir de este boom del uso y consumo de información en la red, diferentes sectores económicos se han volcado rápidamente hacia los servicios digitales. KOE es Hablar Inglés no es ajena a este fenómeno. Con una trayectoria de más de 31 años, y más de 500.000 usuarios que ya hablan el idioma con nuestra metodología, hemos actualizado nuestra plataforma online para acompañarte a ti y a tu empresa por el camino de globalización digital, y así, puedas alcanzar la alta competitividad que el mundo actual te demanda.
