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Todo lo que debes saber antes de comprar una bicicleta eléctrica

Cada vez más usuarios optan por alquilar una bicicleta eléctrica a través de los servicios que se ofrecen en las ciudades. De esta forma es posible descubrir los beneficios de utilizar un transporte limpio, eficiente, cómodo y rápido. El escoger la bicicleta que mejor se adapte a tus necesidades puede contribuir, además, a ahorrar.

Aunque todas las bicicletas eléctricas deben estar homologadas, hay una clara diferencia entre unas y otras, y es si cuentan o no con un acelerador similar al de una moto que permita que funcione sin tener que dar pedales. En este caso, y en países como España a efectos normativos se consideraría como un ciclomotor. Lo mismo ocurre si el motor es superior a los 250W o no se detiene la asistencia al pedaleo al llegar a los 25 km/h, ya que habrá que matricular la bicicleta, disponer de una licencia de conducción y pagar un seguro.

La importancia de la autonomía

La movilidad sostenible está creciendo principalmente en las grandes ciudades, y disponer de autonomía suficiente en las bicicletas eléctricas invita a circular con un vehículo respetuoso con el medioambiente. Es importante tener en cuenta que la autonomía no es un parámetro inmóvil, sino que aumenta o disminuye en base a distintos factores, como su vida útil, las condiciones climatológicas, la situación de la carretera o el peso que soporte la bicicleta. Es decir, que haciendo un mismo viaje dos días seguidos con la batería totalmente cargada es bastante posible que, en un caso, consuma más o menos que en el otro.

Existen bicicletas eléctricas en las que la batería va integrada en el cuadro y que precisan ir a un punto de recarga para reponer energía. También las hay con batería extraíble, que permiten al usuario sacarla y cargarla donde quiera, como en casa, en la oficina o en cualquier garaje.

Las baterías con mayor penetración comercial en la actualidad son las de litio, que favorecen un mayor número de ciclos de carga sin alterar la vida útil de la bicicleta y que, además, tienen más capacidad de almacenaje y son en líneas generales, muy eficientes. Sobre todo si se las compara con las de plomo. Tienen otra ventaja más: son sensiblemente más ligeras. Por regla general, una batería de litio para recargarse por completo precisa de entre cinco y seis horas.

Qué modelo escoger

El modelo por el que decantarse dependerá del uso que se le vaya a dar. Para por ejemplo ir a trabajar, puede ser una buena idea optar por un modelo ligero y funcional, mientras que si se va a destinar a hacer rutas por el campo durante el fin de semana, una elección acertada sería la ‘mountain bike’. Sin embargo, hay que evaluar todas las necesidades que se tienen en relación a la utilización de este vehículo, ya que es muy probable que se acabe conduciendo con relativa frecuencia tanto por ciudad y carretera como por la montaña.

Otra decisión importante es si se quiere adquirir un modelo plegable o no. Hace unos años, esto podría significar tener que elegir bicicletas con una escasa autonomía y potencia, pero en la actualidad ya se comercializan con las mismas características y durabilidad que el resto de oferta existente. Las bicicletas plegables son muy cómodas si, por ejemplo, cada día hay que bajarla de casa o de la oficina, además de tener un peso bastante inferior al de otros vehículos similares.

También es importante tener en cuenta que la gran mayoría de los transportes públicos (metro y autobús) de las ciudades permiten viajar a los usuarios con bicicleta eléctrica plegable.

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