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El concepto de construcción sostenible ha adquirido reconocimiento y relevancia durante los últimos años. La necesidad de generar una conciencia colectiva sobre el buen uso y la optimización de los recursos naturales para el crecimiento de las ciudades es el propósito fundamental de un urbanismo amigable con lo ambiental y que garantiza el bienestar de las comunidades. Para el sector constructor es un compromiso mayor, de gran envergadura, que debe ser su faro para catapultar acciones que reduzcan los impactos ambientales que se generan en la planeación, ejecución y operación de cada proyecto.
La responsabilidad del sector constructor debe trascender, por lo que las empresas dedicadas al desarrollo de viviendas, comercio y oficinas tienen el reto de ampliar su portafolio de proyectos sostenibles. El resultado será la construcción de ciudades más amigables, competitivas e inclusivas. En Amarilo por ejemplo, se lidera una apuesta por la construcción sostenible, con el propósito de aportar al cuidado del medio ambiente y disminuir el consumo de recursos naturales, la cual ha sido reconocida a nivel nacional e internacional. Amarilo hoy cuenta con tres certificaciones EDGE en proyectos de vivienda y una doble certificación LEED.
El primer proyecto de gran envergadura de Amarilo bajo una mirada de construcción sostenible fue su Edificio Corporativo, ubicado en el norte de Bogotá. Construyeron equipos de tratamiento de agua lluvia y la red de tuberías necesaria para su utilización en sanitarios, orinales y riego de planta. Además, crearon un sistema de ventilación bioclimática y de ventilación natural, que disminuye el uso de aires acondicionados, y 78 paneles solares para ahorro de energía.
Los modelos de construcción sostenible reflejan su éxito en las cifras. El Edificio Corporativo permite ahorros del 42% en agua y del 35,3% en energía –el 10,7% del total que se utiliza es solar–. En solo iluminación, el ahorro energético es del 57%. Asimismo, 678,98 metros cúbicos de agua lluvia son tratados y reutilizado. Gracias al impacto positivo en el medio ambiente que genera, el Edificio Corporativo de Amarilo recibió dos Certificación LEED Platinum, convirtiéndose en el primer proyecto en Colombia en lograr la doble certificación y el tercero en América Latina.
Con el objetivo de ser un líder en el sector para generar impactos ambientales positivos y con el propósito brindar a las familias colombianas bienestar con la construcción de viviendas sostenibles, desde el 2019 Amarilo lanzó siete proyectos pilotos en Bogotá y Barranquilla. Todos se planearon, diseñaron y ejecutaron bajo un modelo de constricción sostenible en el que buscaron optimizar recursos hídricos y energéticos, y el uso de materiales de construcción con la trazabilidad de una producción sostenible. Una exigencia que le permitió a sus proveedores hacer parte de este gran esfuerzo por la naturaleza.
Dos de estos proyectos de vivienda sostenible, ubicados en Bogotá, son Boreal y Cantabria, los cuales recibieron la Certificación EDGE como un reconocimiento a los ahorros de consumo que generarán a las familias. En el caso de Boreal, se certificaron tres diseños de apartamentos por ahorros de energía cercanos al 34% y del 43% de agua. A su vez, en Cantabria los ahorros serán del 27% y el 38%, respectivamente. Cifras que respaldan que una construcción sostenible representa contribuciones al medio ambiente y alivia financieramente el pago de servicios públicos. Otro de los proyectos a destacar es Amazilia, en Barranquilla, el cual ya cuenta con una certificación EDGE para el diseño del proyecto por incorporar elementos de construcción sostenibles.
Para la constructora, recibir estas certificaciones son un importante reconocimiento a su compromiso por ser un entidad sostenible que cuida los recursos naturales. También es un impulso para seguir desarrollando proyectos innovadores con buenas prácticas sociales y ambientales que beneficien a todos sus habitantes.
La invitación a todos los actores del sector es a apostarle a la construcción sostenible como un mecanismo para impulsar el crecimiento organizado de las regiones, brindar bienestar a los colombianos y convertir al gremio en un referente regional en el equilibrio entre el uso eficiente de materiales, la aplicación de prácticas sostenibles y el urbanismo planeado en favor del medio ambiente.
