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Hace un tiempo salía de una estación de servicio en Inglaterra y me llamó la atención que a la salida, junto a la puerta, había un cartel con dos grandes botones. El cartel decía: “si le ha parecido bien el servicio que ha recibido pulso el botón verde, si no, pulse el rojo”.
La simplicidad del sistema me entusiasmó y me sugirió una idea: Cada jefe debería tener un sistema parecido en su departamento y así cada viernes, antes de irse a casa para disfrutar del fin de semana, el equipo debería pulsar el botón que refleje cómo ha estado el jefe en los últimos sietes días.
Liderar al equipo por la calidad del trato y la calidad del estilo de dirección, y merecer cada mes el honor de ser “condecorados” con la medalla al Jefe “botón verde”
El resultado de todos los mandos saldría publicado mensualmente para conocimiento público, o al menos de la dirección de la empresa. Evidentemente esta visión sería difícil hacerla realidad porque habría que ser enormemente atrevido para aguantar un control de calidad tan exigente. Pero el concepto que hay detrás sí podría ser una forma inspiradora de obtener una guía de comportamiento correcto para todos los jefes.
En las buenas empresas es estratégico que el nivel de calidad de dirección de personas sea muy elevado, y eso implica que hoy, más que nunca, sólo caben jefes “botón verde”.
Si cada uno de los directivos y mandos de la empresa asumen el compromiso consigo mismo, con sus equipos y con el proyecto de empresa, de esforzarse y trabajar para ganarse semana tras semana esta valoración “verde” de sus colaboradores seguro que todo funcionará mucho mejor, serán aún más capaces de alcanzar los retos que se han impuesto y serán unas compañías aún más interesantes para vivir, para compartir con otros el esfuerzo por lograr una empresa más fuerte, más competitiva y más estable.
Si cada uno de los directivos y mandos asumen el compromiso serán aún más capaces de alcanzar los retos que se han impuesto
Animo a todos los que se atrevan a asumir este compromiso a sumarse a esta visión, y así obligarse a pensar antes de actuar, a ser firme y delicado al tiempo, a ser positivo y proactivo, a desarrollar a los colaboradores…, en definitiva a liderar al equipo por la calidad del trato y la calidad del estilo de dirección, y así poner su empeño en merecer cada mes el honor de ser “condecorados” con la medalla al Jefe “botón verde”.
