Empresas con sello nacional

Ser agentes de cambio, trascender para transformar vidas, creer en Colombia y soñar en grande han hecho de Amarilo una de las compañías orgullo nacional.

Cuando hablamos de empresas con sello colombiano son muchas las que llegan a nuestra mente. Compañías que, además de nacer aquí, han logrado, a través de un trabajo honesto, sólido, innovador y comprometido con el crecimiento y el desarrollo del país, convertirse en referentes y modelos a seguir dentro de la industria nacional y orgullo en el exterior.

Para los expertos, una de las principales características de estas empresas es su trabajo enmarcado en modelos de sostenibilidad, que impacta positivamente a la comunidad, a sus colaboradores, cuida del medio ambiente y dinamiza la economía.

De acuerdo con Roberto Moreno, presidente de Amarilo, una de las compañías que son referente y orgullo nacional, las organizaciones que logran destacarse dentro de su sector y convertirse en modelos a seguir tienen otras características especiales, son agentes de cambio, es decir que logran trascender para transformar vidas y entorno, creen en lo que hacen y sueñan en grande.

El directivo explica que, en el caso de Amarilo, estas características les han permitido, en estos 28 años de trayectoria, aportar a la construcción de ciudades y comunidades sostenibles, a través del desarrollo de proyectos urbanísticos bajo el concepto “Ciudad dentro de la ciudad”, un modelo integral en el que además de viviendas se edifican sueños. “Este es un modelo que busca intervenir el territorio de manera integral para fortalecer el tejido social, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, cuidar el entorno y generar acceso a las mismas oportunidades, a través de la construcción de espacios más inclusivos, seguros y sostenibles, que permiten que las familias tengan parques, bibliotecas, colegios, hospitales, zonas de comercio, servicios de diferentes escalas, entre otros beneficios, cerca de sus hogares. Es la posibilidad de vivir como se lo han imaginado. Este es, sin duda, uno de los grandes logros de desarrollo urbanístico que desde Amarilo hemos impulsado para el crecimiento e innovación del sector”, señaló Moreno.

El primer gran proyecto que desarrolló Amarilo en Colombia bajo este concepto fue Ciudad Verde en Soacha, Cundinamarca, que fue inaugurado en abril de 2010. Hoy cuenta con 328 hectáreas, de las cuales 57 están destinadas a parques y zonas verdes, cuenta con nueve kilómetros de ciclorrutas y más de 52.600 viviendas
en su primera etapa (En total son dos etapas). Además, es referente internacional al ser reconocido como modelo urbanístico por la Universidad de Harvard.

A partir de esta primera intervención en Ciudad Verde, Amarilo ha continuado liderando y haciendo parte de otros nueve grandes desarrollos de este tipo: Lagos de Torca, en Bogotá; Alameda del Río, en Barranquilla; San Antonio, en Soledad, Atlántico; Parque Heredia, en Cartagena; Hacienda Rosablanca, en Villavicencio; Hacienda Casablanca, en Madrid, Cundinamarca, Las Palmas en Ricaurte, Cundinamarca, Hacienda Fontanar en Chía, Cundinamarca y Hacienda Santa Cruz, en Ibagué.

“La apuesta de Amarilo es dejar huella en los rincones del país donde tenemos presencia, actualmente en 17 ciudades, donde hemos ayudado a más de 100 mil familias a cumplir su sueño de tener vivienda propia, a través de proyectos que impulsan el desarrollo de las regiones y que buscan llegar a las comunidades con un acompañamiento integral por medio de diferentes programas sociales, culturales, recreativos y deportivos, que logren potenciar lo mejor de sus habitantes. Tenemos un sueño compartido, tener una Colombia que centre sus esfuerzos en disminuir las brechas sociales, próspera, más equitativa y llena de oportunidades y bienestar para todos”, finaliza el directivo.