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¿Cómo devolver la calma a una empresa en crisis?

¿Arte o Ciencia? Pregunta recurrente de las facultades de negocios a sus estudiantes en proceso de aprendizaje sobre el empresariado, la práctica indica que es un poco de las dos cosas, pero lo que generalmente no se dice, es que ser Empresario es tal vez una de las actividades más complejas, llenas de riesgos y menos correctamente valorada por parte de la Sociedad.

Como muchas actividades en la vida, el ejercicio empresarial trae consigo múltiples etapas; crecimiento, consolidación, madurez y aquellas inesperadas pero a veces inevitables crisis, producto de tantos y variados factores que impiden hacer acá una lista extensiva, quedándonos solo con los más comunes como son los factores macroeconómicos, ciclos mercado, competencia, competitividad de los productos, ineficiencias administrativas, deficiencias en productividad, incorrecta estructuración financiera y ocasionales excesos de confianza del empresario.

¿Crisis u oportunidad?

Las crisis son oportunidades, frase conocida, que por ser común no deja de ser cierta, lo material de una crisis es saber entenderla, dimensionarla en su tiempo, origen, y saber aplicar mecanismos para su solución, nada diferente a administrarla.

Las crisis son oportunidades, frase conocida, que por ser común no deja de ser cierta

El empresario y la mayor parte de sus equipos han sido formados y entrenados para gestionar estados diferentes a las crisis, saben conducir crecimientos, bonanzas, procesos de cambio, pero muy pocos tienen el conocimiento y la experiencia para liderar estados de profundas dificultades.

Aceptar un escenario de crisis es un hito significativo, ya que no es solo un asunto económico, también entran en juego factores emocionales como reputación, orgullo, autoestima, entre otros, que muchas veces ocasionan que se dilate la toma de decisiones a extremos nocivos e irreversibles.

La experiencia sugiere que los empresarios deben desarrollar habilidades blandas que les permitan reconocer un problema a tiempo y que a partir de su detección puedan promover escenarios para actuar con inmediatez, buscando mitigarlos de la mejor forma posible.

El pragmatismo, la autocrítica, el dejar de lado la autosuficiencia y el tener una lectura realista de los riesgos son temas esenciales como punto de partida.  Al empresario se le pueden sugerir muchas cosas, la primera tal vez, es que eviten asumir erróneamente que vendrán tiempos mejores sin construir las condiciones para que esto se dé, deben entender que una situación de crisis probablemente se mantendrá e inclusive podrá empeorar, desde allí deben aprender de los errores propios y de terceros, fomentando una autocrítica que les permita apoyarse continuamente en información histórica sustentada en hechos que permitan prever –racionalmente- situaciones posibles.

Al empresario se le pueden sugerir muchas cosas, la primera tal vez, es que eviten asumir erróneamente que vendrán tiempos mejores sin construir las condiciones para que esto se dé


Recordar que el camino no se hace solo, que deben actuar, cimentarlo y que eventualmente podrán requerir ayuda de un equipo de personas que tengan no solo una visión objetiva de la situación sino que deseablemente cuenten con experiencia en sortear crisis, deben asumir que existe un punto de inflexión, donde si no se actúa de manera firme y determinada el escenario podría tornarse inquebrantable.

Las crisis han existido y seguirán existiendo por siempre, son hechos inherentes a la actividad empresarial, labor inmersa en múltiples riesgos, pero así mismo se han diseñado y madurado diversas fórmulas para la solución a los problemas –comunes y excepcionales-, métodos que van en continua evolución.

Importante el utilizar las mejores herramientas posibles, comprendiendo que no son recetas estandarizadas, donde el “saber cómo” aplicarlas es parte necesaria del correcto logro del impacto, algunas de ellas bien al alcance y de gestión de la propia organización (comercial, organizacional, producción, otros) y otras que generalmente son diseñadas y ejecutadas por terceros especialistas.

El punto común de la mayoría de las crisis es que se traducen en escenarios financieros altamente adversos, donde más allá del origen, el desempeño operativo y estructural del negocio es profundamente golpeado.  Esta problemática tiene múltiples tareas a desarrollar y de la misma forma diversas formas de actuar que generalmente permiten alcanzar el restablecimiento de la salud financiera.

La diversidad de contrapartes, la asimetría en el poder de negociación, la premura y el factor emocional muchas veces condicionan y evitan que el empresario tome la decisión óptima desde el punto de vista de sostenibilidad de la empresa, como fuente generadora de empleo y económica.  

La situación de estrés financiero acelera el aprendizaje del empresario en aspectos y herramientas que antes le eran ajenos, introduciéndolos aceleradamente en fórmulas Organizacionales, Financieras e incluso Legales, que los conduce a aceptar que el Asesorarse de la mejor manera posible es una necesidad, subrayando que las negociaciones directas entre deudor y acreedores generalmente inclinan la balanza en favor de los últimos. Paradójicamente, a muchos empresarios aún les cuesta entender que existen ahorros que son extremadamente costosos, como por ejemplo el de una mala asesoría o peor aún la inexistencia de ella.

 Toro & Neira 


Toro & Neira Banca de Inversión, puede manifestarse satisfecho y orgulloso de haber acompañado a un importante número de empresarios en esta compleja labor de restablecer sus empresas como unidades económicas viables, acompañándolos bajo metodología hombro a hombro en estas transiciones, teniendo la fortuna de marcar como equipo grandes y significativos cambios en el tejido empresarial, impacto que se da no solo a nivel de Accionistas y Directivos, sino muy especialmente en favor de los Proveedores, Financistas, Empleados y Comunidades.

Campollo

Ejemplo de ello es la reciente confirmación del acuerdo de reorganización de Campollo, compañía líder del sector avícola, donde los socios Mauricio Toro Ortiz y Daniel Neira Hoyos, se involucraron plenamente durante los 3 años de arduo trabajo, pletóricos en dificultades, todas propias de un ambiente de negociación tenso, complejo, donde reinaba la desconfianza entre las partes, pero donde el uso de la razón, la transparencia, los mecanismos técnicos y de negociación disponibles, así como el deseo de hacer que la empresa sobreviviera, posibilitó que entre todas las partes se pudiesen generar acuerdos y alcanzar la firma de un acuerdo histórico, exitosamente validado por la Superintendencia de Sociedades

El acuerdo suscrito el 19 Octubre de 2016, no solo protegió más de 2.600 empleos directos y 3.000 indirectos, que se traducen en protección al sustento de aproximadamente 14.000 miembros de grupos familiares, sino también a un enorme grupo de proveedores de la industria, lo cual rompe un posible circulo vicioso en una actividad que permite el sostenimiento de más de 400.000 personas en toda su cadena a nivel nacional y que representa casi el 1% del PIB total nacional y el 16% del PIB Agrícola del País[1]

Es también altamente significativo haber restablecido la credibilidad en las partes, obtener consensos, donde más de mil doscientos acreedores, a quienes la compañía adeuda aproximadamente $239.898 millones, han acordado el re perfilamiento de estas acreencias en un escenario de tiempos ajustado a la realidad operativa y comercial de la empresa, así como de la industria (plazo aproximado de 16 años), se protegió el crédito, el empleo y suscitó la sostenibilidad de la empresa como ente social y económico.

Con este proceso Campollo no solo ha logrado detener su casi inminente desintegración, sino que le ha permitido concentrarse en generar condiciones más robustas y sostenibles, que apunten no solo al cumplimiento de los acuerdos suscritos mediante la reorganización, sino a que en un mediano plazo pueda materializar toda la productividad y oportunidades comerciales que una empresa nacional como Campollo SA puede aportar a la industria agrícola en Colombia.

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