Aprender el lenguaje legal puede ser complicado en cualquier idioma. A más de uno nos ha pasado que al leer un contrato, aunque sea en español, nos parece estar leyendo en un idioma distinto. Por ello, aunque tengas un nivel avanzado del idioma, si deseas desempeñarte como profesional en la rama del derecho en inglés, es posible que necesites además de fluidez en el idioma.
En esta entrada vamos a ocuparnos de mostrarte algunas de las características más importantes del inglés jurídico y las dificultades evidentes y no evidentes que nos plantea tanto a juristas como a traductores.
Conocer a fondo estas cuestiones te servirá para reconocer mejor las dificultades de un texto jurídico redactado en inglés y para sentirte más seguro a la hora de entenderlo e interpretarlo.