La atracción y la selección se están transformando a la velocidad que se transforman los negocios, es algo natural. Cada vez encontramos más empresas que construyen complejos ecosistemas 2.0 y redes para ser capaces de detectar, identificar y construir la reserva de talento que necesitan (o pueden llegar a necesitar). Técnicamente están muy avanzadas y ayudan a identificar muchos perfiles que pueden impulsar el negocio.
Creo que en esta parte avanzamos a un ritmo muy adecuado, pero los reclutadores y los seleccionadores nunca deben olvidar el factor humano que es el que marca la diferencia a la hora de elegir o descartar una compañía por parte de los candidatos.
Es importante que tanto el reclutador, como el seleccionador estén cómodos y saquen valor de la interacción, el reclutador puede marcar la diferencia transmitiendo una imagen de la compañía a la que representa que sea totalmente distinta al resto.